En la mañana del jueves 18 de agosto se recibe por parte de central una llamada alertando de un menor de cuatro años que se encuentra rondando solo por la plaza Candelaria y que tiene una marca en la cara y se encontraba llorando y descalzo. Las personas que lo encuentran lo llevan al centro educativo en el que está este menor, indicándoselo él mismo.
Hasta el lugar se desplaza un patrullero y a la llegada no se encontraba dicho menor, haciendo las gestiones oportunas para localizarlo mediante la información proporcionada en un centro escolar cercano. Las personas que observaron los hechos indicaron a la madre, que llegó en el intervalo en el que los agentes acudían al lugar, que esperase a la policía, que estaba de camino, negándose esta y marchándose del lugar.
Tras diversas gestiones se localiza al menor en el domicilio de la abuela y se entrevistan con la madre, afirmando que el día anterior el padre del menor había agredido a su hijo, presentando parte de la mejilla con moratones y dolor en el oído.
Se le informa a la madre la necesidad de acudir al hospital para la valoración de dichas lesiones. Debido a las lesiones se activa el protocolo de protección de menores.
Mientras esperan a ser atendidos en el centro hospitalario se persona el padre, presunto autor de los hechos y en ese mismo momento es detenido por los agentes y trasladado a dependencias policiales, por un presunto delito de violencia doméstica.