Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera marqués de Villa de Pesadilla, alcalde y gobernador civil de Cádiz tras el golpe de Estado franquista en 1936, tras apoyar a los militares fascistas y golpistas, de la mano de un personaje siniestro, Gonzalo Queipo de Llano, no puede ser premiado dando nombre a Estadios de Fútbol.
No sólo es aplicar el artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica para desterrar de los sitios públicos a nombres de tan despreciable talla moral, es recomponer el sentido común. Que haya personas que apelen a la costumbre para no cambiar las cosas no es novedad, también los hay que el franquismo les aparece en cuanto se les mira el ADN.
Este lunes se podrá votar online el nombre del estadio, una forma de dejar atrás un pasado tenebroso.