Dicen que la historia la hace quien la cuenta. Hay quien dice que la llegada de Colón supuso la expansión del cristianismo y quien dice que fue un auténtico genocidio; quien defiende que España se reconquistó allá por el 1492 y quien asegura que, tras 800 años, no se puede llamar reconquista sino invasión a los musulmanes de la época.
Más allá de posibles dilemas dialécticos y salvando las distancias, lo de la cabalgata de reyes de este año en Cádiz es un ejemplo de libro de esta teoría de que la realidad se torna del color con la que se pinte. Se podría decir que los disfraces que simulaban a conocidas protagonistas de películas de Disney eran muy feas como se podría decir que el objetivo de mostrar figurantes así era el de romper con el estereotipo de belleza marcado por una empresa como Disney y que excluye de forma tajante a toda aquella niña (refiriéndonos a las “princesas”) que no cumpla con estos “cánones de belleza”.
Se ha dicho de miles de formas lo del “oso perjudicado” como se podría decir que, aún estando dado de baja, el oso fue a intentar hacer disfrutar a los más pequeños y las más pequeñas de casa en su tarde de ilusión y fantasía.
¿Que se trataría así de intentar arreglar lo que no tiene arreglo?. Puede ser, pero lo que sí está claro es que lo que no es de recibo es aprovechar esta coyuntura para intentar hacer sangre a golpe de dato falso.
Ayer dos medios de comunicación lanzaron dardos envenenados contra el ayuntamiento de Cádiz acusándolo de haber gastado más de 50.000€ en el ya famoso “oso perjudicado”, la momia y las princesas Disney, además de miles de euros en carrozas, caramelos, etc, etc…, cantidades que justificaban con números de expedientes de contrataciones realizadas por el ayuntamiento durante el pasado 2021 que no correspondían con datos reales. Por ejemplo, se hablaban de más de 200.000€ como coste de las carrozas de la cabalgata de reyes cuando esa cantidad está destinada a las carrozas de las TRES CABALGATAS que se llevan a cabo en la ciudad durante el año, con lo que la de reyes tiene destinado una cantidad muchísimo menor que esos 200.000€ de los que se hablaban. Que un medio como OK Diario intente hacer sangre por hacerla es algo ya sabido pero que un medio de comunicación local no sepa o no contraste esos datos sabiendo que en Cádiz se celebra más de una cabalgata al año es para hacérselo mirar.
Lo sorprendente es que no hayan hecho mención al coste del alumbrado público durante esa tarde. Total, puestos a repercutirle costes…
Ambos medios, tras recibir la información real y darse cuenta de que habían metido la pata retiraron las noticias sin reconocer públicamente su error. Aquí cabe eso de que “aunque me pidas perdón después de haberme dado una patada en la espinilla, la patada se queda dada”.
En Cádiz tenemos superado eso de reirnos de nosotros y nosotras mismas, es algo que nos enriquece y nos diferencia, es parte de nuestra idiosincrasia y forma de ser, tanto como lo es el no soportar mentiras ni el daño gratuito, cosa que se ha pretentido hacer pero que, como dice Lola Cazalilla en sus redes sociales, “de eso ni mijita”.
Y como esto es Cádiz y en algunas cosas no queremos cambiar, una propuesta al ayuntamiento: si alguna vez vuelve a aparecer un oso perjudicado, enviadle una ambulancia simulando ser veterinaria y lo sacáis de la cabalgata. Le daría un toque único al evento. Total, si después dirán que os habéis gastado miles de euros en enviarla a socorrer a un pobre animal accidentado, al menos que reciba atención médica…