La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera mantendrá encuentros ante la situación de este oleoducto que surte a Europa a través de Marruecos (con el que Argel mantiene disputas políticas) y España, y cuyo contrato, que expira el 31 de octubre, Argelia ya avanzó que no iba a renovar tras romper sus relaciones diplomáticas con Rabat el pasado agosto.
España se encuentra en estos momentos, al borde de terminar la fase de almacenamiento subterráneo, en niveles del 78%, los más bajos en diez años, y ha reforzado la cantidad de gas almacenado en tanque en las plantas regasificadoras para poder vehicularlo con una mayor facilidad. El propio presidente de Enagás, Antonio Llardén, aseguró esta semana que desde el gestor técnico del sistema se estaban tomando todas las medidas posibles para poder garantizar el abastecimiento este invierno.
A lo largo de los últimos meses, el Gobierno ha estado negociando con Argelia y Marruecos la continuidad del suministro a través del gasoducto del Magreb.
Argelia quiere dejar de suministrar el gas que recibe Marruecos -alrededor de 1 bcm (miles de millones de metros cúbicos/año)- desde este tubo y, por ese motivo, se ha pedido que este gasoducto se convierta en reversible en el tramo entre España y Marruecos.