Las pérdidas de memoria a corto y largo plazo se están convirtiendo en una auténtica pesadilla para quienes sufren la llamada “niebla mental”, una secuela neurológica que condiciona de sobremanera a quienes la padecen.
Cuestiones tan triviales como cocinar o ir al colegio a recoger a los hijos/as se convierte en toda una odisea para estas personas. Olvidan de qué están hablando en un momento determinado, nombres de personas, momentos tan especiales como una boda o el nacimiento de un hijo,…
Según declara a RTVE Elisabeth, que está viviendo en primera persona la niebla mental, “Me levanto, estoy realizando mi día a día normal y de repente me he olvidado de ir a recoger a mis hijos al colegio [..]. Tienes el recuerdo, crees que ese recuerdo está ahí, intentas alcanzarlo y de repente no llegas. Es como cuando tienes una palabra en la punta de la lengua, pero es constante y con cosas muy importantes como puede ser un acontecimiento vital”
Y la cosa no queda ahí, ya que de momento se desconoce si la llamada niebla mental puede derivar en alguna enfermedad más grave como el parkinson, alzheimer o la demencia. De hecho, desde el ámbito neurológico se defiende que esta secuela del COVID merece un análisis profundo para determinar el posible alcance el daño neuronal que provoca y otros efectos paralelos.