Esta mañana el barrio de San Pedro en Puerto Real ha vuelto a amanecer vestido de furgón policial. Tras la pasada huelga del metal en Cádiz, que dio buena cuenta del espíritu de lucha obrera ante un sistema que intentaba hacer recular a golpe de tanqueta policial y porra de antidisturbio, hoy, de nuevo, las vecinas y vecinos del barrio han vuelto a ver a decenas de policías nacionales por la calle. En esta ocasión, si bien no se parapentaban tras casco ni escudo de antidisturbio, aparecían con el mismo objetivo de siempre: el de intentar hacer sucumbir a la clase obrera, ahora en forma de detención de un total de seis personas acusadas de, como han indicado en un comunicado oficial, “un presunto delito de desordenes públicos, daños, lesiones y atentado contra los agentes de la autoridad“.
Tras las detenciones estas seis personas han “acompañado” a los agentes hasta las dependencias policiales donde se han instruido las correspondientes diligencias y quedando en libertad al finalizar las mismas.
Ya se ha convocado una concentración a las puertas de la comisaría de la Policía Nacional en El Puerto de Santa María a partir de las 17:00 horas como muestra de repulsa ante un nuevo acto que podría considerarse como represión por un derecho fundamental como lo es el derecho a la huega.
No en vano el alcalde de Cádiz, José María González “Kichi”, ha expresado a través de redes sociales que nos enfrentamos a un hecho que “es una vergüenza. De las tanquetas a la represión. Como en los tiempos más oscuros de nuestra historia. Represión por desarrollar un derecho fundamental como el derecho a huelga. Represión por defender el pan de sus casas. Represión por dar ejemplo de que la reivindicación colectiva sirve.”
“Kichi” prosigue defendiendo que “no queremos tanques ni queremos persecuciones. Lo que necesitamos es trabajo, empleo digno y estable. Nos ponemos desde ya a disposición de estos trabajadores y trabajadoras para dar asesorameinto legal y apoyo social a las personas represaliadas. Y exigimos que las investigaciones no se llevan a cabo en las barriadas obreras, sino en los despachos”.