A tenor de los últimos datos hechos públicos de las pérdidas arrojadas por Eléctrica Cádiz, que ascienden a 15 millones de euros, el alcalde de Cádiz saca pecho y esgrime a través de redes sociales su parecer al respecto y su defensa férrea de que los suministros fundamentales son derechos y no privilegios.
“Sí, es cierto, no os voy a mentir, vecinos y vecinas. En este tiempo en el que el precio de la energía se ha disparado para que las grandes compañías se llenaran los bolsillos, Eléctrica de Cádiz ha tenido una pérdida de 15 millones de euros. ¿Saben por qué? Porque no queríamos que en mitad de una pandemia, pagar el precio de la luz se convirtiera en un artículo de lujo, porque hemos asumido -hasta que no podíamos más- esos precios que hacían de la energía un recurso casi inaccesible. Porque no queríamos que en Cádiz la factura de la luz subiera como en el resto de lugares. De hecho, así ha sido.
Hasta 300 euros se han ahorrado los gaditanos y gaditanas en este tiempo, mientras aguantábamos el chaparrón de los de arriba, estrangulábamos los números y las cuentas y asumíamos la indexación cuando ya no quedaba otra salida. Decenas de pequeñas comercializadoras han quebrado en estos meses por este mercado enfermo que ahoga a la gente con menos recursos.
Nosotros hemos aguantado. Hemos aguantado con la premisa de que no venderemos nunca una empresa pública de energía (como sí hizo, en parte, el PSOE de Cádiz), hemos aguantado con el principio de que los suministros fundamentales son derechos y no privilegios. Y hemos aguantado con la cabeza alta.
Porque antes, el Ayuntamiento se endeudaba -hasta 275 millones- a costa de gastar en publicidad, en mamotretos, en gambas, en Campari, en comilonas y autobombo. Pero ahora, ahora no. Si hoy existe una deuda de 15 millones de euros en Eléctrica de Cádiz es porque cada céntimo está en los bolsillos de los gaditanos y gaditanas, es porque cada euro se lo hemos ahorrado a la ciudadanía para hacer más llevadero este chantaje del oligopolio eléctrico.
Esperemos que el Gobierno le ponga coto, de una vez, a unas compañías eléctricas que no tienen el menor escrúpulo para dejar a zonas como la Cañada sin luz y especular con el precio de la energía aunque ello conlleve que muchas familias pasen frío o no puedan cubrir sus necesidades básicas.
Y que quede claro: Mientras estemos aquí seremos siempre -hasta el límite- escudo de nuestra gente.”