Desde este viernes está en vigor la nueva Ley de Bienestar Animal en Cádiz, que establece una serie de obligaciones para los propietarios de animales de compañía, así como derechos que afectan a la convivencia en diversos lugares públicos.
Estos son los lugares a los que ya pueden acceder los animales de compañía:
- Transporte público y privado: Los conductores de servicios públicos de taxi o vehículos de turismo con conductor tienen la discreción de permitir la entrada de animales de compañía en sus vehículos, a menos que existan circunstancias debidamente justificadas.
- Autobuses urbanos o interurbanos: La administración competente decidirá si los animales pueden ingresar en los autobuses. En el caso de Cádiz capital, se rige por la Ordenanza Municipal de Protección, Tenencia y Defensa de los Animales Domésticos y de Compañía, que permite llevar animales de compañía en transportín cuando no superen los 10 kilos.
- Tranvía: Los viajeros pueden llevar animales de compañía en el tranvía, siempre cumpliendo con ciertas normas.
- Trenes: Los trenes de Cercanías permiten llevar mascotas sin límites de peso, sujetas con correa y bozal. Los trenes de media y larga distancia tienen requisitos más específicos.
- Tiendas, hoteles y restaurantes: Establecimientos podrán permitir la entrada de animales de compañía, siempre que no representen un riesgo para las personas y cumplan con las condiciones higiénicas y de seguridad.
- Edificios públicos: A menos que haya una prohibición señalada, los animales de compañía pueden ingresar en dependencias públicas, siempre siguiendo condiciones higiénicas y de seguridad.
- Albergues, refugios y centros asistenciales: Estos lugares facilitarán el acceso de personas en riesgo de exclusión social junto con sus animales de compañía, a menos que haya una causa justificada.
En cuanto a las playas y parques, estas áreas dependen de las ordenanzas municipales, que determinarán zonas habilitadas para el esparcimiento de animales de compañía, especialmente perros.
Sin embargo, la nueva ley prohíbe el acceso de animales de compañía a colegios y hospitales por razones de seguridad y salud pública. Esto es independiente de iniciativas puntuales que puedan surgir en estos centros, como visitas de terapia con animales.
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