Quiso el destino que anoche la marea estuviera baja en la playa de La Caleta. De lo contrario hubiera hecho falta una playa de dos plantas para poder a albergar a tantísima gente que quiso ser testigo del tradicional Entierro de la Caballa que este verano, tras el consabido parón por la pandemia, ha vuelto a congregar a miles de personas en la playa más icónica de Cádiz.
La que ha sido la XXXV edición de esta ya tradicional fiesta, organizada por el Club Caleta y la Federación de Peñas y Entidades Caleteras, ha vuelto con el arte que le caracteriza. Ataviada como palio cofrade, la “Santa Caballa” recorrió durante la tarde-noche de este sábado el barrio de La Viña y la playa al compás de una banda que, si bien no llevaba ni cornetas ni entonaba marchas procesionales, llevaban la marcha perfecta para la ocasión, mecida y portada por un grupo de mujeres que consiguió hacer las delicias del público congregado con un estilo y arte únicamente al alcance de la mujer gaditana.
Escenario a pie de arena, patio de butacas improvisado con sillas de playa, una megafonía bastante deficiente y muchas ganas de fiesta y de carnaval… Cocinamos a fuego lento como las 3000 raciones de fideos con caballa preparadas para la ocasión, servimos acompañado de una cerveza bien fresquita y ahí lo tenemos: la mejor despedida que se le puede dar al verano gaditano.
Manolín Santander y su particular banda de piratas fue el encargado de pregonar el acto, tras lo cual el fuego se apoderó de la reina de la fiesta y dio pie a un recorrido carnavalero ante un público entregado en el que ‘This is Cádiz’, ‘Los saltamontes saltarines de las cordilleras del aculaero’, ‘La predicadora’, ‘La misión (el evangelio según Santander)’, ‘Entre sabanas, selvas y ríos este año vamos al Rocío’ o ‘Gente con chispa’ arrancaron risas y aplausos para, al final de la noche, dar por concluída de manera oficiosa el verano en Cádiz aunque, como diría aqué personaje de animación, “no se vayan todavía, aún hay más”….