El nuevo informe del Centre Delàs D’Estudis per la Pau destaca un desfase en el gasto real en Defensa en comparación con el presupuesto oficial del Ministerio. Según el estudio, el gasto real en Defensa en 2023 representa el 2,17% del PIB, una cifra mucho mayor que la prometida por el gobierno.
Este desfase se debe a la distribución de partidas militares por otros ministerios, un mecanismo utilizado especialmente en el Ministerio de Defensa. Esto ha llevado a un crecimiento del 23,44% en el presupuesto de Defensa en comparación con el de 2022, siendo la cartera con mayor aumento. Los números muestran una historia completamente opuesta la discurso oficial, que asegura que son unos presupuestos centrados en las necesidades sociales. Tanto el relato oficial, como los números presentados, cuando se analizan, no se sostienen.
Como apunta el estudio, el presupuesto del Ministerio de Defensa para 2023 se ha incrementado en un 23,44% en comparación con el de 2022, siendo la cartera con mayor aumento. La segunda cartera con mayor aumento es la de Derechos Sociales, con un aumento del 17,02%, más de 6 puntos porcentuales.
Para calcular el verdadero gasto en Defensa siguiendo los criterios de la OTAN, es necesario incluir otras partidas además del presupuesto oficial del Ministerio de Defensa. Estas partidas, según señala el informe, incluyen las clases pasivas militares (4.015 millones de euros), la Guardia Civil (3.672 millones), los créditos en investigación y desarrollo asignados al Ministerio de Industria destinados a empresas militares (1.601), la mutua militar ISFAS (700), las pensiones de guerra (81) y las aportaciones a organismos militares internacionales desde el Ministerio de Asuntos Exteriores (236). Al sumar estas partidas, el gasto real en Defensa en 2023 supera el 2% del PIB.
Además de las partidas mencionadas anteriormente, el informe también considera las diferencias entre las cantidades presupuestadas inicialmente y las ejecutadas al final del año. Estas diferencias suelen superar los mil millones de euros, y en su mayoría se destinan a financiar misiones militares en el exterior. En 2023, se espera que estas diferencias alcancen los 1.449 millones de euros, basándose en la media de los últimos cinco años.
Por último, el informe también incluye la parte proporcional de la deuda pública que corresponde a inversiones militares como gasto militar. Si el Estado se endeuda para llevar a cabo inversiones militares, entonces la parte de la deuda que corresponde a Defensa debería ser considerada como gasto militar (1.409 millones de euros).
El incremento más significativo del gasto en Defensa propuesto para 2023 es el dedicado a inversiones militares. Este aumento representa casi un 30% del total de inversiones del Estado central (sin contar las correspondientes a las comunidades autónomas). Se destinarán 7.743 millones de euros a inversiones militares, incluyendo 1.843 millones en investigación y desarrollo para el desarrollo de nuevas armas. Esto muestra que el gobierno está dedicando una gran cantidad de recursos a la defensa y al desarrollo de nuevas armas.