Desde hace varios meses la inflación viene batiendo récords. Y mayo no ha sido una excepción. En este mes el IPC subió un 0,8% en relación al mes de abril. Comparativamente con mismo mes del año pasado (tasa interanual) asciende un 8,7%, 0,4 décimas más elevada que la tasa interanual de abril.
Abril fue una excepción en la escalada, pero la pequeña moderación del mes pasado no supuso ni mucho menos una vuelta a la normalidad en los precios. Por eso el ascenso de mayo parte de un nivel elevado de inflación.
Respecto a los productos que más elevan esta tasa a lo alto siguen siendo los carburantes y encarecimiento de los alimentos básicos como el aceite, el pan y cereales, el queso, los huevos y la carne. Sin embargo en estos dos últimos meses “se ha colado” un nuevo precio entre los primeros de la lista de los que más se encarecen, en este caso la restauración. El grupo que engloba los precios de hoteles, cafés y restaurantes se ha elevado en su tasa interanual de mayo un 6,3%, cinco décimas más que en abril algo que no explica totalmente con el encarecimiento de otros productos. Podemos intuir que hay sectores que especulan con la inflación y engordan sus precios escudados por la dinámica de alza general.
Sea como sea, la consecuencia de esta escalada de los precios supone una devaluación constante de los salarios. El año pasado el incremento salarial no pasó del 1,5% y en lo que va de año está en el 2,3%, quedado muy por detrás de la inflación. Esta situación desde hace tiempo es insostenible para muchas familias que ven como sus salarios no llegan.
Antes esta situación las burocracias de los grandes sindicatos CCOO y UGT no van a cambiar el modo en el que viene actuando desde que se desató la crisis a causa de la pandemia y las consecuencias posteriores golpeadas también por la guerra de Ucrania. Ante el enorme empobrecimiento de millones de trabajadores proponen negociar subidas salariales entorno al 2,5% en 2002. Algo totalmente insuficiente con la que está cayendo.
Por su parte el Gobierno a través de Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 dirigido por Podemos proponen un plan totalmente insuficiente que no llega ni a paliar las consecuencias más dramáticas de la crisis social en curso. Desde el Ministerio dirigido por Ione Belarra proponen prorrogar las medidas del actual escudo social, que a un mes de su finalización ya ha más que mostrado sus enormes límites..
Pero no solo eso. El ‘plan de choque’ de gasto público del Gobierno en el que se incluyen las medidas de escudo social dirigidas desde el ministerio de Belarra además de no paliar las consecuencias de la crisis terminarán repercutiendo negativamente sobre los trabajadores. La gran parte de estos fondos (el 62,5%, 10.000 millones) son destinados a créditos ICO, es decir, irán directamente a los bolsillos de los empresarios para facilitar sus negocios.