Luis Rubiales, el presidente depuesto de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha anunciado su renuncia definitiva al cargo presidencial en una carta abierta publicada en las redes sociales. Esta decisión sigue a una serie de controversias que surgieron a raíz de su comportamiento durante la final del reciente Mundial femenino.
Rubiales expresó en la carta que también renunciará a su cargo en la UEFA, permitiendo que su puesto en la vicepresidencia sea ocupado por otro. Explicó que, después de la rápida suspensión de FIFA y otros procedimientos en su contra, es evidente que no podrá regresar a su cargo. Además, indicó que persistir en su posición no contribuiría positivamente ni a la Federación ni al fútbol español.
Aunque no mencionó explícitamente el incidente en el que besó a la jugadora Jenni Hermoso sin su permiso, Rubiales insinuó la existencia de influencias externas en su caso. Señaló que “hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta”, destacando la gestión de su equipo y la felicidad que le proporcionó su mandato de más de cinco años al frente de la RFEF.
Rubiales también enfatizó su preocupación por el impacto negativo que toda esta controversia podría tener en el fútbol español y en el sueño compartido de Europa y África de albergar el Mundial 2030 en España. Su renuncia, según él, contribuirá a la estabilidad necesaria para este proyecto.
El expresidente de la RFEF expresó su deseo de mirar hacia el futuro y proteger su reputación y la de su familia, subrayando su compromiso con la verdad y su determinación para que prevalezca. También agradeció a aquellos que lo apoyaron y envió un mensaje de apoyo a todos los involucrados en el fútbol español.
La renuncia de Luis Rubiales marca el fin de un período controvertido en la Real Federación Española de Fútbol y abre un nuevo capítulo bajo la presidencia interina de Pedro Rocha.